12 jun 2009

Exponemos! Muestra Colectiva Inaugurada el 16 de mayo de 2009


El 16 de mayo inauguramos con gran afluencia de público la muestra Exponemos!, con curaduría de la Licenciada María Angélica Gróttoli. Participaron 11 artistas visuales, dos músicos y una acróbata.

EXPONEMOS
En la actualidad que vivimos hacer arte se asemeja cada vez más a los procesos cotidianos desencadenados por la inteligencia que las sociedades y los individuos tienen entre sí. A través de dispositivos de comunicación y sociabilidad, o en la recuperación del pasado y en la construcción de la memoria para promover valores y en la creación tecnológica, los hechos artísticos instauran un espacio de innovación que experimentamos como placer estético y sensibilidad simbólica. Dice Bourriaud: ”La obra se presenta como una duración por experimentar, como una apertura posible hacia un intercambio ilimitado, una obra que parte de la intersubjetividad y tiene por tema central el “estar-junto”, la elaboración colectiva de sentido. La exposición es un lugar privilegiado que genera un dominio de intercambio propio, y un valor simbólico del mundo que nos propone, de la imagen de relaciones humanas que refleja. El arte es un estado de encuentro.”La actualidad del arte sólo puede pensarse como búsqueda de reflexión y análisis. El quehacer artístico convertido en laboratorio experimental subraya los fenómenos observados y argumenta con la realidad acerca de las posibilidades de intervención, resistencia o transformación de un mundo enrarecido. El presente es percibido por los artistas de manera incierta e inestable. La velocidad de los medios de comunicación modifica nuestra estructura espacio-temporal y por lo tanto la aprehensión visual y cognitiva del mundo. En consecuencia, la aceleración con la que los acontecimientos se van sucediendo, produce un efecto de homogeneidad y esos “no lugares” aparecen como los márgenes de ubicuidad de los artistas.Tanto los artistas como los iconoclastas conocen el poder de las imágenes, reconocen su valor simbólico e indicativo y saben como ellas responden a los escondidos deseos de las pasiones humanas. De este modo develar u ocultar se convierte en la encrucijada ética que cada artista dirime en el momento de la construcción de un lenguaje estético. En el marco de esta realidad, las fotografías de Daniel Goglino, ávido indagador de la cultura egipcia, reconoce con su cámara el paisaje, el patrimonio cultural y testimonia la cálida presencia humana actual como marco en el que conviven la eternidad del mundo faraónico y el fascinante Egipto contemporáneo, en sus viajes ha sabido resguardar la significación que subyace a la forma, el mensaje de la imagen silenciosa. Los “paisajes corporales” de Carolina Bentham hablan de la intimidad, de la desnudez no sólo corporal sino también interior. Sus modelos no posan, van jugando con los movimientos lentos de su cuerpo y se dejan retratar. Su búsqueda se centra en la percepción más sutil e íntima del cuerpo femenino, la piel nos cuenta su historia, nos invita a recorrerla y a sentirla. Una sensualidad que se manifiesta por partes, que sugiere el todo, que no necesita rostro. Juego de cuerpos que aparece en la obra de Rodrigo Terrén ,para quien es importante destacar que las personas que están en ella no percibían que “estaban siendo fotografiadas”, “lo que uno ve es lo que estaba sucediendo”. No por que estuvieran envueltas en barro, sino por algo que está más allá, el barro como un medio hacia otro lugar. Un momento de eternidad, un instante eterno. Y aquí entra en juego el misterio: ¿dónde están esas personas? ¿Realmente están en el barro? La respuesta está en la posibilidad de entrega al otro, la unión entre la vida y la muerte, la fusión de los opuestos. De su amplio desarrollo con la pintura , el dibujo y la escultura Gabriela Salaris pasó a la búsqueda de otras formas de expresión como la fotografía. Del interés por la tierra, lo matérico, el contacto con la naturaleza mediante la pintura a la captura inmediata que brinda la imagen fotográfica. Con tratamientos digitales utiliza elementos plásticos del orden de lo simbólico. Aparece el agua en sus distintos estados, temáticas vinculadas al buceo interior, a la introspección. La tierra como elemento de su poética deja de ser predominante, para ser el eje principal de su obra la captación de la energía en luz y el movimiento detenido, el instante. El agua aparece también en la obra de Paula Lamarca, que ensambla metales y alambres oxidados, corroídos por el tiempo, en sus esculturas. Se expresó mediante el dibujo por muchos años, y más tarde descubrió que con el alambre podía trazar líneas en el espacio, danzar con el material, buscar lo sutil, lo sugerente, generar tensiones, explorar. Producto de este juego de líneas surgió la forma de un pez que al principio no dio importancia y luego le llevó a reflexionar sobre el origen de esa forma: un mundo interno, un plano acuático e inconciente. Juliana Notthoff es autodidacta, su temática es el retrato y la figura humana completa o en partes, le intención es contar el cuerpo y el rostro, las distintas expresiones y momentos, es representar un instante fotográfico, meterse en la mirada de las personas, en la sonrisa, la tristeza, lo cotidiano. Partes de cuerpos humanos y de animales con diferentes técnicas: lápiz, tinta, acuarela. Rostros con miradas penetrantes, sugerentes, buscando la comunicación con el espectador, y el “non-finito” como expresión de la falta, de lo que no está pero se sugiere, de la completud. El tema de Jorge Gassetti es la comunicación, su representación, la figura humana. En diferentes posturas y movimientos, con dos o más piernas, de uno u otro color. Diversidad de tamaños y actitudes. ¿Hombres o mujeres? ¿Ángeles o niños? Seres en movimiento que salen de cajas hacia arriba, en escaleras, con o sin instrumentos, la mayoría de a pares. Sus obras parecen estar en un andar potencial, un caminar detenido. Separar, cortar, armar, modificar, pero conservando la esencia: el andar. Simulacro y realidad, asociación y combinación. El material se convierte en sustancia, dejando de ser mero vehículo de expresión, no sólo en sus aspectos visuales, sino en sus cualidades sensibles. Sus seres remiten al exiguo e inmenso lugar del hombre en un mundo misterioso. Teresa Tronconi esculpe la piedra, ensambla, construye formas, pero fundamentalmente transforma el elemento mismo. Parte de la materia en bruto y le cambia su apariencia para dejar al descubierto su verdadera naturaleza. De formas abstractas, aristas puras y sugerentes contrastes de materiales sus obras hablan de un delicado equilibrio, pero al mismo tiempo, están dotadas de una enorme fuerza visual. Fotgrafiados o en video, la artista nos muestra que estos elementos, estratégicamente ensamblados, permiten que la luz recorra sus aristas, líneas y pliegues y dibuje nuevas formas entre sus proyecciones. Gran parte del aprendizaje artístico de Laura Zelaya es vivencial, pasó su infancia y adolescencia en Berlín y se paseaba de atellier en atelier, observando, dibujando, jugando, construyendo juguetes, inventando…Viendo escondida detrás de las butacas ensayos y puestas en escena. Desde entonces surgió la idea de unir la plástica con lo teatral y la fascinación por conocer lo intrínseco del funcionamiento de las cosas , que la llevaron a investigar los movimientos mecánicos. Parte del concepto de la interacción del espectador con la obra, de despertar el imaginario a través de la acción directa, de invitarlo a jugar. “Disfruto de la reacción del público, de su sorpresa, en algún sentido jugamos juntos”. Un mundo de adultos planteado a modo de juego en un intento de rescatar la niñez como resguardo del imaginario y lugar propio. El encuentro con el diseño de Natalia Notthoff se produjo en sus primeros años en el taller de su padre, una gran atracción por las máquinas y herramientas, por los resultados que con ellas se podían obtener. La idea que direcciona su proyecto es la refuncionalización de objetos. Trabaja con partes de objetos encontrados en la calle, en algún galpón. Objetos que se encuentran sin uso, ignorados, pasan a ser los protagonistas de esta obra. Reutilizar tratamientos y procesos industriales anteriores y generar un diseño único e irrepetible. Crear con la sorpresa, con lo no pensado. Crear con la falta. Para Alejandra Raimundo las carteras no son simples accesorios, son también contenedoras de pequeños e íntimos fragmentos de la vida de las mujeres que las portan. Identidades singulares que la artista logra rescatar y plasmar exteriormente en sus creaciones. Como esos mundos personales, todas sus carteras son diferentes. Han sido recuperadas desde un pasado cargado de historias y convertidas gracias a la intervención del arte en objetos que responden a las búsquedas actuales, combinando colores, formas, misterios, texturas. Los objetos fueron creados “para”, cumplen una función, nos hablan de quienes los utilizaron y nos remiten a sus historias. Natalia Sordi y Marcos Agorrica formaron un dúo de manos en el 2002 con la idea de ser parte de diferentes momentos en los cuales el arte se hace presente. Esto posibilita un momento único y valioso, donde lo que hacen toca los cuerpos. El eje de su trabajo está ligado a la idea de la escucha, transmitirla a través de distintos géneros y estilos musicales, tomando contacto con la enorme capacidad rítmica y los recursos armónicos que posee el instrumento. Esta muestra, de variada expresión artística, pone en juego la función del espectador como co-autor y partícipe de la obra, quien aún en la complicada vida cotidiana que nos toca vivir, puede darse un espacio para relacionarse a través del arte.
Lic. María Angélica Grottoli

Imágenes de los artistas con sus obras


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